El marketing también tiene un lado social
El marketing digital es vital porque condiciona las estrategias de las empresas y da retornos inmediatos pero el marketing no solo se limita a vender y el marketing digital tampoco se limita a estar en Internet.
Hoy día, estamos ante un consumidor impaciente y exigente que se siente poderoso gracias a las redes sociales y que tiene deseos precisos. Las empresas se enfrentan a un gran desafío : entender claramente sus clientes para responder de manera eficaz a sus necesidades.
Más psicología y menos tecnología para el marketing digital
Es fácil para las marcas perder de vista el lado humano de la relación con sus consumidores.
“Hay mucho ruido en torno de conceptos como marketing digital, redes sociales y big data, pero la realidad es que no se trata de tecnología, sino de psicología, de comprender a los usuarios y cómo ven el mundo y lo que necesitan”, afirma Jonah Berger, profesor de Marketing.
Añade que muchas marcas suponen que la única manera de jugar es creando un mensaje y lanzándolo, pero “en realidad tienes que hacer más trabajo de campo, intentar comprender cuáles son las necesidades de la gente, personalizar el mensaje e intentar hacerlo casi para cada individuo. Eso podría ayudarte a crear una influencia en la comunidad”.
Por ejemplo, en los anuncios de coches la mujer era siempre un complemento del vehículo, nunca era el ‘target’ que podía conducirlo”. Ahora las mujeres ya aparecen mucho más en los anuncios entonces ya compran coches como si fuera algo normal porque lo es y es legitimo que hagan anuncios focalizándose en mujeres también.
¿Cómo tiene que ser la interacción con sus clientes?
1. Sé auténtico. No es algo nuevo, pero sigue siendo igual de importante.
2. Piensa en contenido, no en publicidad. No interrumpas a tu consumidor, entretenlo y dale algo, en vez de pedirle algo.
3. Piensa en la psicología, más que en la tecnología. Es fácil dar por hecho que las nuevas herramientas digitales van a solucionarnos la vida e inyectar dinero, sin entender muy bien por qué, pero, al final del día, las tecnologías van y vienen, si entendemos más las ciencias del comportamiento, podremos usarlas de manera más efectiva.
Todos los negocios tiene que poner al consumidor en el centro de su sistema solar y no al producto; pero también deben estar dispuestos a innovar, arriesgarse, probar cosas que quizá puedan no funcionar en el largo plazo.
Principal tipología de los consumidores
Hay muchas categorías de clientes pero a nivel social los tres tipos de consumidores mas básicos son : la generación de los ‘baby boomers’ y la generación X; los millennials o generación Y; y la generación Z o centennials. Cada tipología de cliente se comporta diferente en el proceso de compra y la marca lo debe tener en cuenta si quiere captar un tipo de público.
• LOS ‘BABY BOOMERS’
En primer lugar, las personas nacidas entre los años 60 y los 80 tienen, por lo general, una actitud conservadora y valoran la seguridad, el confort y el orden. Son consumidores que realizan un alto gasto en bienestar y salud. Los vendedores deben potenciar el factor motivador, ya que estos consumidores compran por deseo. Además, deben garantizar la conveniencia, facilidad y calidad del producto para generar reconocimiento y provocar la estimulación.
• LOS ‘MILLENNIALS’
Las personas que nacieron entre los años 90 y 2000 crecieron en plena era del consumismo y la apariencia. Los ‘millennials’ tienen una actitud de significación del individuo y se mueven por lo que proyectan.
Para atraer a este público es mejor crear propuestas inteligentes, conectables y experienciales. Esta generación no tolera las copias y es menos funcionalista que la anterior. Además, toma partido por unas determinadas marcas si experimenta una buena experiencia de compra.
• LOS ‘CENTENNIALS’
La generación Z son los nacidos a partir del 2000, y han desarrollado una actitud de supervivencia al vivir una etapa de inestabilidad. A este público le atrae la experiencia de compra por encima de otros factores, como el producto o la calidad, “Antes de pensar en generar dinero con la oferta, hay que pensar en generar un significado para el consumidor”. Además, esta generación gusta del cambio, por lo que Martín insta al ‘morphing’, es decir, un constante cambio de imagen, lanzamiento de nuevas colecciones y reediciones versionadas.
En 2025, los centennials representarán el 31% de la fuerza laboral con capacidad de compra : “O movemos por las emociones o los criterios de compra serán funcionalistas”.
La Transformación digital debe tener todo de transformación y un poco de digital
Las empresas tradicionales que han focalizado sus esfuerzos solo en la tecnología en vez de en la transformación cultural (mentalidad, nuevos modelos de negocio y formas de trabajar) no han logrado llevar a cabo su adecuación (o transformación) a la nueva realidad del mercado con éxito.
Todas aquellas empresas que han puesto sus esfuerzos en una nueva cultura de colaboración centrada en las personas y en maximizar la relación entre ellas son las nuevas empresas del futuro. En este ámbito, las empresas que se han transformado digitalmente siguen la regla 20/80 : 20% digital y 80% transformación cultural.
Parece más sencillo desarrollar algo desde cero que cambiar nuestros hábitos. Cuando se traslada este cambio al individuo, vemos que nos volvemos consumidores de tecnología en la que es esta, y no nuestras verdaderas necesidades, la que marca las nuevas pautas de comportamiento y, en muchas ocasiones, nuestra nueva forma de vida.
En la transformación digital individual, dejamos que la tecnología, de manera inconsciente, cambie la manera en que trabajamos y vivimos. ¿Cuántas veces mandamos un mensaje para decir algo cuando preferimos vernos? En este caso, aunque tratamos de que la transformación sea fundamentalmente cultural, cuando nos la aplicamos a nosotros mismos, lo hacemos al revés. Primero ponemos la tecnología y luego vemos cómo transformamos nuestra vida.
Debemos tener en cuenta cómo la ignición de la tecnología puede llegar a quemarnos si no somos conscientes ni consideramos los retos y necesidades que, como individuos y sociedades, debemos atender. Aunque la tecnología cambia deprisa, los seres humanos cambiamos despacio (si alguna vez llegamos a cambiar).
El marketing social se enfoca en el desarrollo de funciones humanas que tengan como objetivo contribuir a generar un mejor estado de bienestar para nuestra sociedad. Las plataformas de difusión de estas campañas no necesariamente involucran importantes presupuestos, puesto que el grueso de estas son promovidas vía redes sociales, enfocándose en su viralización y cobertura.
Dicho lo anterior, se hace necesario empezar a trabajar utilizando técnicas de marketing social tropicalizadas, a través de campañas lúdicas e inclusivas con alto contenido social, que tengan como objeto crear conciencia en algún plano de interés. Recordemos que las emociones y sentimientos hacen lo suyo cuando de interacción con una marca y producto se trata.